La agorafobia es una variedad de trastornos de ansiedad. Es el miedo y la evitación de lugares o circunstancias que pueden inducir pánico y sentimientos de inmovilidad, impotencia y vergüenza. Puedes temer una situación actual o inminente. Por ejemplo, puedes tener miedo al transporte público, espacios abiertos o cerrados, hacer fila o estar en una multitud.

La agorafobia frecuentemente se manifiesta como una incapacidad para sentirse seguro en cualquier lugar público, especialmente donde se congrega mucha gente y en lugares desconocidos. Puedes creer que necesitas a alguien que te acompañe en público, como un familiar o un amigo cercano. El miedo puede ser tan abrumador que te sientes incapaz de salir de tu casa.

El tratamiento puede ser difícil porque requiere enfrentar las propias ansiedades. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, típicamente terapia cognitivo-conductual y medicación, puedes superar la agorafobia y vivir una vida más plena.

Prevalencia de la agorafobia

La prevalencia de la agorafobia varía entre las poblaciones, pero en general las tasas son bajas. El riesgo de agorafobia aumenta si tienes ansiedad, un familiar con agorafobia, has experimentado traumas o has perdido a un ser querido. Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de sufrir agorafobia, y las tasas son mayores entre los adolescentes y las personas mayores.

Agorafobia en hombres vs. mujeres

Las mujeres tienen más problemas de ansiedad, incluida la agorafobia. La relación de prevalencia de la agorafobia en mujeres es de 1.6-3.1. Es decir, las mujeres tienen agorafobia de 1.5 a 3 veces más que los hombres. Las hormonas sexuales y el hecho de que las mujeres son más propensas a ser abusadas física, mental y emocionalmente pueden explicar las diferencias en las tasas de agorafobia entre hombres y mujeres. Las mujeres tienen síntomas de agorafobia más graves y discapacidad que los hombres. Los hombres con agorafobia tienen un mayor riesgo de alcoholismo que las mujeres.

Agorafobia en adultos

Aunque las mujeres tienen más probabilidades de experimentar agorafobia, es poco común en adultos. Solo el 1.3% de los adultos sufren de agorafobia. Las tasas de agorafobia son diferentes en adolescentes y adultos mayores.

Asistir a la universidad o tener un trabajo parece reducir el riesgo de agorafobia en adultos jóvenes. La agorafobia fue dos veces más prevalente entre los jóvenes en edad universitaria que "ni estaban empleados ni eran estudiantes ni aprendices" en comparación con sus compañeros. A diferencia de los adultos de mediana edad, la agorafobia en adultos jóvenes generalmente no está acompañada de un trastorno de pánico.

Agorafobia en niños y adolescentes

La agorafobia es poco común en adolescentes, pero es posible. Los niños con agorafobia muestran berrinches, aferrarse a otros, llorar y quedarse paralizados en situaciones que pueden desencadenar su temor.

En comparación con los niños y adultos, la agorafobia en adolescentes es más prevalente y grave. La prevalencia estimada de agorafobia en adolescentes de 13 a 18 años es del 2.4%. Al igual que en los adultos, la incidencia de agorafobia entre los adolescentes es dos veces más prevalente entre las mujeres que entre los hombres.

Síntomas

Los síntomas típicos de la agorafobia incluyen miedo a:

· el temor de salir solo/a de casa.

· Multitudes grandes o largas filas.

· Lugares cerrados, como cines, ascensores y pequeñas tiendas.

· Espacios abiertos, como estacionamientos, puentes y centros comerciales.

· Utilizar el transporte público, como autobuses, trenes o aviones.

Estas situaciones inducen ansiedad porque temes que no podrás escapar o encontrar ayuda si entras en pánico. También puedes temer experimentar otros síntomas incapacitantes o humillantes, como vértigo, desmayo, caídas o diarrea.

Síntomas físicos y mentales

Cuando una persona con agorafobia se expone a situaciones temidas, experimentará una respuesta de estrés significativa en el cuerpo. Esto es parte de la respuesta de lucha, huida o congelación de tu cuerpo, que es un mecanismo de defensa natural.

La agorafobia se caracteriza por ansiedad intensa o respuestas similares al pánico en ciertos lugares públicos o concurridos.

Los síntomas físicos y psicológicos de la agorafobia incluyen:

· latidos rápidos del corazón

· falta de aliento

· sudoración

· tensión muscular

· temblores

· vértigo

· náuseas

· debilidad muscular

· sensación de calor o frío

· miedo a perder el control

· sentimientos de condena o temor

Síntomas conductuales

Un síntoma importante de la agorafobia es la evitación. Puedes invertir mucho tiempo y esfuerzo en evitar situaciones que podrían desencadenar tu ansiedad. De lo contrario, podrías sentirte obligado/a a soportar un malestar extremo. Puedes pedirle a un acompañante o amigo que te acompañe al supermercado o la oficina de correos para ayudarte a enfrentar la situación temida.

Es común que las personas con agorafobia se sientan incapaces de abandonar su hogar debido a sus intensos temores de lo que podría ocurrir si lo hicieran.

Tratamientos

La psicoterapia, también conocida como terapia de conversación, y los medicamentos se utilizan con frecuencia para tratar la agorafobia. Aunque puede llevar tiempo, el tratamiento puede ayudarte a recuperarte.

1. Terapia de conversación

La terapia de conversación consiste en establecer objetivos y aprender habilidades para reducir los síntomas de ansiedad junto con un terapeuta. La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es la forma más efectiva de terapia de conversación para trastornos de ansiedad, incluida la agorafobia.

La terapia cognitivo-conductual se enfoca en enseñarte habilidades específicas para tolerar mejor la ansiedad, desafiar directamente tus preocupaciones y regresar progresivamente a las actividades que has evitado debido a la ansiedad. Típicamente, la terapia cognitivo-conductual es un tratamiento breve. De esta manera, tus síntomas mejoran a medida que construyes sobre tus éxitos iniciales.

Puedes aprender:

· Qué desencadena un ataque de pánico o síntomas similares al pánico, y qué los empeora.

· Cómo manejar y tolerar los síntomas de ansiedad.

· Métodos para desafiar directamente tus miedos, como determinar si cosas negativas son probables de ocurrir en situaciones sociales.

· Que la ansiedad disminuye con el tiempo y que los resultados temidos son poco probables de ocurrir si permaneces en las situaciones el tiempo suficiente para aprender de ellas.

· Cómo abordar las situaciones temidas y evitadas gradualmente, de manera predecible, bajo control y repetidamente. También conocida como terapia de exposición, esta es la parte más crucial del tratamiento de la agorafobia.

Si tienes dificultades para salir de tu casa, es posible que te preguntes cómo podrías acudir a un terapeuta. Este problema es comprendido por los terapeutas que tratan la agorafobia.

2. Medicamentos

Con frecuencia se utilizan antidepresivos para tratar la agorafobia. En ocasiones, se usan medicamentos ansiolíticos de manera limitada. Los antidepresivos son más efectivos que los medicamentos ansiolíticos en el tratamiento de la agorafobia.

·Antidepresivos. Para el tratamiento del trastorno de pánico con agorafobia, se prescriben ciertos antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como fluoxetina (Prozac) y sertralina (Zoloft). Otros antidepresivos también pueden ser efectivos en el tratamiento de la agorafobia. Los antidepresivos también se utilizan para tratar otros trastornos de salud mental, incluida la depresión.

·Medicamentos ansiolíticos. Los medicamentos ansiolíticos conocidos como benzodiazepinas son sedantes que tu médico puede recetar en circunstancias limitadas para aliviar los síntomas de ansiedad. Las benzodiazepinas se utilizan típicamente solo a corto plazo para tratar la ansiedad repentina, también conocida como ansiedad aguda. Debido a que pueden generar hábito, estos medicamentos no se recomiendan para personas con antecedentes de ansiedad crónica o abuso de alcohol o sustancias.

Puede tomar semanas para que los medicamentos proporcionen alivio de los síntomas. Y es posible que necesites probar varios medicamentos antes de encontrar el que funcione mejor para ti.

3.Cambios en el estilo de vida

También pueden ayudarte los siguientes cambios en tu estilo de vida para manejar tu agorafobia:

· Evita el alcohol, la cafeína y otras sustancias.

· Consume una dieta nutritiva y equilibrada.

· Haz ejercicio regularmente.

· Practica ejercicios de respiración.

Enfrentamiento y apoyo

Vivir con agorafobia puede ser desafiante y limitante. El tratamiento profesional puede ayudarte a superar o manejar eficazmente esta condición para que no te conviertas en prisionero de tus ansiedades.

También puedes tomar las siguientes medidas para manejar y cuidar de ti mismo:

- Sigue tu plan de tratamiento. Asiste a tus sesiones de terapia. Comunícate frecuentemente con tu terapeuta. Utiliza y aplica las habilidades adquiridas en terapia. Y toma todos los medicamentos según lo recetado.

- Trata de no evitar las situaciones temidas. Puede ser difícil visitar lugares o estar en situaciones que te hacen sentir incómodo o que inducen síntomas de ansiedad. Sin embargo, la exposición frecuente a lugares cada vez más diversos puede hacerlos menos intimidantes y reducir la ansiedad. Tu familia, amigos y terapeuta pueden ayudarte con esto.

- Aprende habilidades de calma. Puedes aprender a tranquilizarte y reconfortarte con la ayuda de tu terapeuta. La meditación, el yoga, el masaje y la visualización también son útiles técnicas de relajación sencillas. Practica estas técnicas cuando no estés ansioso o preocupado, y luego aplícalas cuando estés en una situación estresante.

- Evita el alcohol y las drogas recreativas. Además, limita o evita el consumo de cafeína. Estas sustancias pueden empeorar los síntomas de pánico o ansiedad.

- Cuídate. Descansa lo suficiente, realiza actividad física diaria y consume una dieta rica en verduras y frutas.

- Únete a un grupo de apoyo. Unirte a un grupo de apoyo para personas con trastornos de ansiedad te permite interactuar con otros que enfrentan desafíos similares y compartir tus propias experiencias.

La agorafobia puede generar sentimientos de miedo y aislamiento. Puedes manejar los síntomas y llevar una vida plena con el tratamiento adecuado. Consulta a un profesional de la salud si la agorafobia u cualquier otro trastorno de ansiedad afecta tu vida diaria. Una conversación franca puede brindarte la ayuda que necesitas.