¿Ves la vida a través de un lente de oportunidad o de limitación?
La forma en que interpretes esta clásica pregunta sobre el pensamiento positivo puede revelar tu perspectiva general, tu actitud hacia ti mismo y si tiendes hacia el optimismo o el pesimismo, todo lo cual puede impactar tu salud. De hecho, investigaciones sugieren que rasgos como el optimismo y el pesimismo influyen significativamente en varios aspectos de la salud y el bienestar. El pensamiento positivo, a menudo vinculado al optimismo, juega un papel vital en la gestión efectiva del estrés, lo que a su vez ofrece numerosos beneficios para la salud. Si tiendes naturalmente hacia una visión más pesimista, no te preocupes: las habilidades de pensamiento positivo se pueden aprender y desarrollar.
El pensamiento optimista no se trata de ignorar los momentos difíciles de la vida. En cambio, se trata de abordar los desafíos con una mentalidad más constructiva y esperanzadora, esperando resultados favorables en lugar de negativos.
Este tipo de pensamiento a menudo comienza con el diálogo interno, el flujo constante de pensamientos no expresados que pasan por tu mente. Estos pensamientos pueden ser edificantes o críticos. Parte de tu diálogo interno proviene del pensamiento racional, mientras que otras partes pueden surgir de malentendidos, falta de información o nociones preconcebidas sobre cómo podrían desarrollarse las cosas.
Cuando la mayoría de tus pensamientos son negativos, es probable que veas la vida a través de un lente más pesimista. Por otro lado, cuando tus pensamientos son mayormente positivos, es más probable que seas un optimista: alguien que abraza el pensamiento optimista.
La investigación sigue revelando los beneficios para la salud del pensamiento positivo, que pueden incluir:
Aunque las razones exactas no están claras, una teoría sugiere que una perspectiva positiva mejora la gestión del estrés, lo que protege la salud. Las personas optimistas también pueden participar en hábitos más saludables, como el ejercicio regular, dietas equilibradas y evitar sustancias nocivas.
¿No estás seguro de si tu diálogo interno es negativo? Aquí hay algunas formas comunes:
Convertir pensamientos negativos en positivos requiere práctica, pero es alcanzable. Aquí hay algunas formas de cambiar tu mentalidad:
Si estás acostumbrado a pensar negativamente, convertirte en un optimista no sucederá de la noche a la mañana. Pero con práctica constante, tu diálogo interno cambiará de autocrítica a una mayor autoaceptación. También te volverás menos crítico del mundo que te rodea.
Una mentalidad optimista te ayuda a manejar el estrés diario de maneras más saludables, lo que puede explicar algunos de los beneficios de salud bien conocidos del pensamiento positivo.
Reference:
https://www.integrative-psych.org/resources/the-transformative-power-of-positive-thinking