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Desarrollar la resiliencia
July 4, 2023 at 6:00 PM
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"Resiliencia, superar y adaptarse bien ante la adversidad"

El término "resiliencia" es la capacidad de manejar con éxito situaciones difíciles que alteran la vida. También se refiere a la capacidad de fijarse objetivos realistas y llevarlos a cabo, incluso cuando uno no quiere. Esto puede implicar enfrentarse a sentimientos incómodos, encontrar soluciones a problemas difíciles o actuar cuando uno preferiría dudar. La resiliencia es una habilidad que todo el mundo puede dominar; afortunadamente, no es un rasgo genético de las personas fuertes.

La resiliencia no significa que los problemas desaparezcan, sino que se refiere a la capacidad de las personas para mirar más allá de las dificultades actuales hacia un futuro prometedor. En el lugar de trabajo, la resiliencia puede traducirse en una mejora del rendimiento, un mayor potencial de liderazgo y una disposición a asumir nuevas tareas, más esfuerzo y una sensación de éxito.

La importancia de la resiliencia

Nuestra capacidad de adaptación y recuperación cuando las cosas no salen según lo previsto se conoce como resiliencia (o capacidad de recuperación). Las personas resilientes no se regodean en el fracaso ni dedican demasiado tiempo a reflexionar sobre él, sino que aceptan la situación, admiten sus fallos y siguen adelante.

Tres factores son cruciales para la resiliencia, según las investigaciones de la prestigiosa psicóloga Susan Kobasa:

1. Desafío: Las personas resilientes ven los obstáculos como retos y no como sucesos aterradores. Ven los errores y las equivocaciones como oportunidades para progresar y como lecciones que aprender. No los ven como un insulto a su inteligencia o a su sentido del valor.

2. Compromiso: Al tener un firme propósito para levantarse de la cama por la mañana, las personas resilientes están comprometidas con su vida y sus ambiciones. Se dedican a sus amistades, a sus relaciones, a los temas que les preocupan y a sus convicciones religiosas o espirituales, además de a su trabajo.

3. Control personal: Las personas resilientes dedican su tiempo y esfuerzo a concentrarse en las circunstancias y acontecimientos que pueden controlar. Se sienten capacitadas y seguras de sí mismas porque centran sus esfuerzos en aquello en lo que tendrán un mayor impacto. Las personas que pasan mucho tiempo preocupándose por cosas que no pueden controlar suelen sentirse perdidas, inútiles e incapaces de emprender ninguna acción.

Hay distintos tipos de resiliencia que debemos desarrollar para apoyarnos en los momentos difíciles. Entre ellos están la resiliencia física, la resiliencia mental, la resiliencia emocional y la resiliencia social.

Formas de aumentar tu resiliencia...

- Aprenda a relajarse. Cuando cuidas de tu mente y tu cuerpo, eres más capaz de afrontar con eficacia los retos de tu vida.

- Sé consciente de tus pensamientos. Los pensamientos positivos no hacen que las personas resilientes abandonen sus objetivos. Por el contrario, se dedican continuamente a pensar de forma optimista. Esto implica prestar atención al lenguaje que utilizas cuando algo va mal; si te sorprendes a ti mismo diciendo cosas que son duraderas, omnipresentes o específicas para ti, rectifica estas ideas en tu cabeza.

- Aprende de tus tropiezos y meteduras de pata. Puede aprender algo valioso de cada error, así que esté siempre atento a ellos.

- Establece vínculos de confianza. Las relaciones sólidas en el trabajo hacen que la gente sea menos susceptible al estrés y más feliz en su trabajo. Esto también se aplica a tu vida personal: cuantas más amistades genuinas formes, más resistente serás porque tendrás un sólido sistema de apoyo en el que apoyarte. Así que busca ayuda cuando la necesites.

- Reconoce tus capacidades. La mayoría de las personas pueden recordar momentos difíciles de su vida en los que superaron un obstáculo importante o una decepción. Pasara lo que pasara en el pasado, conseguiste superarlo. Saber esto te dará más confianza a la hora de enfrentarte a tu problema temporal actual.

- Actúa. A menudo tenemos que tomar decisiones difíciles para superar situaciones complicadas. Incluso un paso muy pequeño puede ser crucial para poder seguir adelante. Tus problemas pueden parecer más difíciles que los de los demás. Sin embargo, lo cierto es que la gente normal supera las luchas cotidianas. Después de levantarse, siguen adelante. Puedes motivarte para levantarte y seguir adelante dándote cuenta de que no eres el único que se enfrenta a los problemas de la vida.

- Desarrolla tu confianza. Ten siempre presente que las personas resilientes creen que al final tendrán éxito, a pesar de los obstáculos o presiones que puedan estar experimentando. También son capaces de asumir riesgos porque tienen fe en sí mismas. Cuando tienes fe en ti mismo, tienes la fuerza para seguir adelante y asumir los riesgos necesarios para avanzar.

- Ser maleable. Las personas con resiliencia son conscientes de que las circunstancias pueden cambiar y de que los planes cuidadosamente elaborados a veces deben modificarse o abandonarse.

La capacidad de adaptarse con éxito ante adversidades, traumas, tragedias, amenazas o fuentes importantes de estrés, como problemas familiares y de pareja, problemas graves de salud o presiones laborales o económicas, se conoce como resiliencia. Ser resiliente no impide pasar por dificultades o estrés. Implica aprovecharlas para crecer y cambiar. Comprender que existen disparidades en una comunidad próspera, diversa y democrática es necesario para el crecimiento personal. Iniciar y cultivar tutorías para una crítica considerada. Anticiparse a los obstáculos creando proactivamente oportunidades y recursos para múltiples vías.

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